miércoles, 5 de mayo de 2021

Vanidad

Y casi lo olvido, era ondulado, libre, sin miedo, rebelde, de puntas ligeras, sin peso, con el color de la tierra, natural, sin tintes, virgen, escondido pero sin silencios, rodeado de risas ocultas, con la fluidez del viento, cubriendo mi rostro, mis ojos, a veces mis mejillas, incluso mi sonrisa, lo escuchaba, me cubría, me protegía del sol, incluso de la lluvia, hasta que mi rostro se asomó como una reina sin corona, exigiendo con autoridad para dejarse ver, con vanidad, con un poco de lujuria, con dudas pero con valentía, aunque brilló con tanto poder, se perdió, se confundió y terminó dudando hasta de su piel, de sus pecas, de sus pestañas rotas, de las manchas de la vida, de las arrugas del tiempo, de la humedad del aire, del calor condicionado, del color, de la suavidad, de las palabras secas que se clavaban como agujas, que fueron cayendo las gotas de la vanidad, entre el rímel y el labial, levantando el polvo de mi piel levantándose nuevamente, como antes cuando no se dejaba ver. Alguien regresa a mis párpados caídos, a mis surcos, a mi sonrisa enredada, esa que había olvidado, que hace levantarme con el viento cada vez que me miro por dentro, sin diafragma, sin espejos, con algo de temor, pero ahora simplemente vuelvo a él, a mi lenguaje del día, el de la noche, afortunadamente con el tiempo he vuelto a él, a mi pensamiento de color miel.



*Ejercicio para la clase de gramática elaborando un texto de 100 a 120 palabras, utilizando sólo comas como signo de puntuación, relacionado con el contexto actual. Elegí el no encender la cámara de la clase como estudiante y la vanidad como excusa para no participar en una clase con opiniones políticas y sociales sin sentido.




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