Bogotá 17 de febrero de 2021
Hola Maraldy,
He decidido escribirte esta carta porque no he sabido casi nada de ti. No sé en qué momento dejamos que la distancia nos separara tanto. Recuerdo la última vez que te vi, cuando me alejaba lentamente en el camión de mudanza. Han pasado 31 años y sigo creyendo que mantienes tu pelo largo, entre negro pelirrojo y tu diminuta figura. He empezado a olvidar tus facciones e incluso nuestras conversaciones, solamente recuerdo que contigo me divertí como nunca. Jugar en la calle sin miedo a rompernos los pantalones, dejar marcados los codos con el pasto, jugar como niños, esos que montan bicicleta, patean piedras, juegan con tierra, corren bajo la lluvia y ríen a carcajadas, que divertido que era.
Maraldy, me haces falta. Quisiera saber qué pasó con tus muñecas y los vestidos tan hermosos que hacía tu mamá con los retazos de tela que le sobraban para mi muñeca. ¿La recuerdas? ni siquiera era mía, era de mi hermana. Fue lo más parecido que tuve a una Barbie. Siempre me quedé con ganas de tener una. Cuando las veo, me acuerdo de nuestros juegos de muñecas.
Hace como tres años cuando volví al barrio, me contaron que falleció tu hermano y no sabes el dolor que sentí. Me parece mentira que Edson ya no esté a tu lado. Siempre pensé que sería un experto con los robots. Me acuerdo de sus muñecos de papel y su cuarto lleno de juguetes extraños. ¿Y tu hermanito menor? ¿Wilmar sigue siendo mono?. ¿Tus papás como están? Recuerdo mucho la ternura y la sonrisa tranquila de doña Doris.
De mi vida Maraldy quisiera contarte muchas cosas, pero esta carta no es para hablarte de mi, es para decirte que te extraño mucho, que espero algún día volverte a ver y que aún recuerdo cómo nos llamábamos con golpecitos en la canaleta, ojalá hoy fuera tan fácil llamarte y poder hablar contigo. Unos toquecitos y estabas detrás del muro escuchando mis historias.
Siempre que como cerezas me acuerdo de nuestras trepadas casi al techo de la casa para bajarlas del árbol y comerlas. ¿Te acuerdas que la vecina del edificio del frente nos "sapeaba" con mi papá?. Que viejas tan amargadas que eran.
¿Sigues siendo la reina de la bicicleta?, me parece verte como una gacela con tus tenis y esa bicicleta enorme de tu hermano. Recuerdo la vez que te acompañé al parque Timiza a entrenar en la pista para tu carrera en el colegio. Siempre fuiste una ganadora Maraldy. Cómo quisiera tener una foto juntas o por lo menos una tuya. Parece mentira, pero no tengo ni una.
Espero verte algún día, ojalá la "Maraldy Villamil" de Facebook seas tú. Ya no sé dónde más buscarte. Cada 31 de diciembre me acuerdo de tu cumpleaños y ya no puedo felicitarte. Hoy necesito de nuestras carcajadas al tirar la tierra mojada en las ventanas de los vecinos jugando "están listas chicas". Quiero reírme contigo.
Te recuerdo con muchas lágrimas de nostalgia, pero espero sea por haberte recordado tanto. Ojalá algún día volvamos a encontrarnos.
Tu vecina,
Lilí
*Ejercicio para la clase de Narrativa de la Maestría en Escrituras Creativas
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